Contexto histórico
- Primera Edad de Oro (desde la división del Imperio hasta principios del siglo IX). En ella se inscriben las brillantes conquistas y aportaciones del emperador Justiniano (527-565) y las primeras luchas iconoclastas.
- Segunda Edad de Oro (primera mitad del siglo IX). En este momento, los defensores de las imágenes elaboran programas iconográficos con unos códigos figurativos que todavía permanecen en la actualidad en las iglesias ortodoxas.
- Tercera Edad de Oro o deuterobizantina (último cuarto del siglo IX hasta la conquista de Bizancio por los turcos en 1453). En esta fase, el poder de Bizancio se extiende por los pueblos eslavos, rumanos y rusos que son cristianizados e incluso reciben un nuevo alfabeto (el cirílico). Se crean de esta manera las bases de una nueva civilización que pervivirá más allá de la dominación política de los emperadores.
Las aportaciones del Imperio bizantino
van más allá de sus formas arquitectónicas e iconográficas. Debemos referirnos
al campo de las letras en el cual Bizancio constituyó un nexo de unión.
La arquitectura bizantina
Las notas definitorias de esta
arquitectura son:
·
Uso de ladrillo como
material constructivo, solo o combinado con piedra en los exteriores y con
mosaico en los interiores.
·
El arco utilizado es el
de medio punto, a veces con dovelas alternas de piedra y ladrillo.
·
Empleo sistemático de
la cubierta abovedada, sobre todo la cúpula sobre pechinas que simboliza la bóveda
celeste. Estas cúpulas se construyen mediante hiladas concéntricas de ladrillo
en ritmo decreciente hacían la cima.
·
Contraste entre la
sencillez y austeridad de los exteriores y el brillo deslumbrante de los
interiores decorados con mosaico y mármol en los Balcanes, Ucrania y Rusia. Con
el paso del tiempo se irán incorporando elementos decorativos en los exteriores
de los edificios, tales como ventanas con molduras, elementos cerámicos o
combinación de bandas de ladrillo buscando efectos de policromía. Rara vez
aparece escultura en las fachadas.
·
En la tipología de los
edificios se advierte la preferencia por la planta centralizada en estrecha
relación con el simbolismo concedido a la cúpula. No obstante, se conserva la
estructura de la basílica paleocristiana aumentando el espacio del nártex y
colocando delante del altar una separación denominada iconostasis, sobre la que
se disponen imágenes o iconos pintados.
Entre los edificios que
representan la evolución de la construcción bizantina, podemos citar los
siguientes:
En la primera Edad de Oro
Pertenecen también a este
momento las iglesias de la ciudad de Rávena: la de San Vital que se inspira en
la planta de los Santos Justo y Baco y las de San Apolinar in Clase y El Nuevo,
que siguen la clásica tipología basilical.
En la segunda Edad de Oro
Predomina la planta de cruz
griega con cinco cúpulas realzadas mediante tambor. El ejemplo más
característico es San Marcos de Venecia. Esta iglesia está concebida como una
prolongación del Palacio Ducal y presenta un exterior adornado con mosaicos de
color dorado. Se accede al interior mediante un nártex que da paso al espacio
cupulado, también recubierto con mosaicos en los que se narran temas
evangélicos como el Pentecostés de la nave central En la tercera Edad de Oro
Las artes figurativas en Bizancio
Las técnicas
San Marcos de Venecia y las
iglesias sicilianas de Monreale, Cefalu y Palermo anticipan los rasgos
característicos e iconográficos de la decoración de los ábsides en el periodo
románico.
Iconos. Pinturas sobre tablas
con las imágenes de Cristo, la Virgen o santos que alcanzan extraordinaria
difusión y que serán uno de los detonantes de la crisis iconoclasta. Desde el
punto de vista formal, presenta fguras estilizadas y una gran armonía de color.
Destacan los producidos en la escuela rusa, la chipriota y la griega que en la
mayoría de los casos no tendrán una función litúrgica y se utilizarán como
presente en las ceremonias palatinas y cortesanas.
Iluminación de manuscritos.
Como Biblias, salterios (libros de salmos) o evangeliarios entre los cuales
cabe destacar una corriente aristocrática caracterizada por la decoración de
páginas enteras (como el Menologio de
Basilio II) y otra más popular con abundantes representaciones marginales
(Salterio de Kludov).
La iconografía

En la primera Edad de Oro, la
representación figurativa va a enlazar con la tradición paleo-cristiana, en la
que confluyen dos tendencias: la helenística, más clásica y preocupada por el
espacio y el volumen y la siria caracterizada por la representación plana y el
idealismo en rostros y actitudes. Esta última habrá de imponerse debido a que
la estrecha alianza entre Iglesia y Estado desarrollará un arte áulico más
distanciado del pueblo y con un contenido más intelectual. Pero, vencida la
herejía iconoclasta, el segundo periodo se va a caracterizar por su simbolismo
y por su vinculación a un programa iconográfico determinado: cada tema deberá
ocupar un lugar fijo en razón de las ideas que se quieren expresar y los
artistas emplearán colores—el azul y el blanco como colores del cielo o el rojo
como símbolo de Pasión y muerte— y perspectivas jerárquicas —la figura más
importante se representa en mayor tamaño quelas demás— o inversa —las figuras
más alejadas se presentan más grandes a los ojos del espectador que las
situadas en primer término conforme al contenido litúrgico al que se sometan.
En el último periodo se enriquece la iconografía de los temas evangélicos y los
artistas trabajan con mayor libertad pero con figuras cada vez más artificiosas
y estilizadas. Los temas más frecuentes son:Cristo.
Aunque en la iconografía
paleocristiana la representación de Cristo se manifestaba influida por la
tradición helenística, joven e imberbe, el modelo sirio se va imponiendo con el
paso del tiempo. Este modelo presenta un Cristo barbado, de larga melena, barba
partida y unos pequeños mechones en la frente. Su imagen más habitual es la de
pantocrátor, bendiciendo y con el Libro de la Vida en sus manos. Es la imagen
del Dios juez que pasará al arte románico.
La Virgen.
Los modelos creados responden
a cuestiones teológicas: la imagen más frecuente representada en los ábsideses
la Kiriotissa, o trono de Dios que tiene al Niño de frente ya que ella misma es
el trono de la sabiduría. Otras formas de presentar a María son la Theotokos o
Madre de Dios que ofrece una fruta o una flor a su Hijo, como la Nueva Eva y la
Hodigitria que señala a su Hijo como camino de salvación. Estas iconografías
pasarán al arte medieval.
Harrah's Philadelphia Casino & Racetrack - Jackson County
ResponderBorrarHarrah's 하남 출장마사지 Philadelphia Casino & Racetrack locations, rates, amenities: 전라북도 출장샵 expert Jackson County research, only at 충청남도 출장마사지 Hotel 제주 출장샵 and Travel 속초 출장샵 Index.